Como sabemos, los niños y adolescentes con TDAH presentan una serie de dificultades que hace que los padres, normalmente, dediquen más tiempo a su vigilancia, cuidado y supervisión. Pensemos en una familia con dos hijos, uno de ellos diagnosticado con TDAH. Llega la tarde y es hora de hacer los deberes, mientras que el niño sin TDAH es capaz de hacerlos solo, con algo de supervisión, el niño con TDAH se levanta, se sienta, vuelve a levantarse, se olvida el libro en el cuarto, va y vuelve del cuarto, le entra sed y finalmente se sienta… se despista y el padre o madre tienen que sentarse cerca de él para ayudarle a centrarse… esto es solo un ejemplo de alguna de las dificultades que muestran los niños con TDAH. Según este ejemplo, el niño sin TDAH comprueba como su hermano recibe más atención de sus padres.
Esta situación puede desembocar en celos del niño sin TDAH hacia su hermano por ejemplos como este. En general, los niños celosos pueden manifestar algunas de las siguientes conductas:
- Cambios de humor no justificados.
- Signos de infelicidad. Lloro frecuente sin motivo.
- Aparición de nuevas conductas (no presentes hasta la llegada de un hermano o ya superadas) normalmente desadaptadas con el simple motivo de llamar la atención de los padres (pipi en la cama, negarse a comer, agresividad injustificada hacia objetos o animales, comportamiento social anómalo, etc.).
- Cambios en la expresión verbal y gestual. Vuelta a un lenguaje más infantil.
- Alteraciones en los patrones de comida (menos apetito o más selectivo con los alimentos, rechazando platos antes preferidos o se le tiene que dar la comida) y sueño (insomnio, despertar nocturno, solicitar dormir con los padres, etc.)
- Negativismo, terquedad, dificultad para obedecer. En los casos más extremos: oposicionismo, agresividad manifiesta y actitud desafiante hacia padres y compañeros.
- Negar sistemáticamente los errores propios y culpabilizar a los otros de sus problemas o actitudes (en especial al hermano objeto de celos).
Para hacer frente a los problemas entre hermanos, cuando uno de ellos tiene TDAH, debemos tener en cuenta las siguientes consideraciones:
Debemos considerar explicarle a los hermanos en qué consiste el TDAH (adaptando la explicación a la edad y características de cada hermano) para que sean capaces de entenderle cuando realice ciertos comportamientos y le puedan ayudar. De esta forma conseguimos apoyo entre todos los miembros de la familia para ayudar al niño y adolescentes con TDAH. Por ejemplo, si Juan tiene TDAH y en casa se muestra nervioso, molestando a sus hermanos Marta y Miguel, estos, si desconocen qué le pasa a Juan y cómo ayudarle, pueden dejarse llevar por la situación y poner incluso más nervioso a Juan. Por el contrario, si Marta y Miguel conocen qué es el TDAH y cómo pueden ayudar a Juan, serán capaces de tranquilizarse y evitar de esta forma un posible conflicto. De esta forma conseguiremos unos aliados muy valiosos.
- Es fundamental establecer un equilibrio en el trato a los diferentes hermanos de forma que no haya un trato de preferencia hacia ninguno de ellos ni se establezcan comparaciones. En el caso de los niños y adolescentes con TDAH es comprensible que los hermanos se den cuenta de que los padres le dedican más tiempo y están más pendientes de él, por ello debemos hablarles con tranquilidad y transmitirle que entre todos debemos entender y ayudar al niño y adolescente con TDAH para que mejore su comportamiento.
- Aumentar el tiempo en actividades y juegos de toda la familia es buen método para mejorar la comunicación y estrechar lazos. De esta forma favoreceremos el vínculo entre hermanos.
- La relación entre hermanos tiene su propio ciclo de desarrollo. Si el clima familiar es emocionalmente estable y equilibrado, los celos puntuales, normalmente son superados y no presentan mayores problemas.
Por otro lado, si los hermanos acuden al mismo colegio o instituto, es posible que sean testigos de cómo los compañeros se ríen o marginan al hermano con TDAH, llegando a avergonzarse de él. En este caso debemos intervenir y explicar claramente a los hermanos las dificultades del niño y adolescentes con TDAH y todas las cualidades positivas que tienen, por supuesto.