Varios estudios, algunos de los cuales adjuntamos en esta entrada, han demostrado que el hecho de presentar TDAH es un factor de riesgo para presentar adicción o consumo de sustancias a una edad más temprana que aquellas personas sin TDAH.
En primer lugar, explicar que según la Real Academia Española (RAE), la adicción se define como el “hábito de quien se deja dominar por el uso de alguna o algunas drogas tóxicas, o por la afición desmedida ciertos juegos”. Por otro lado, las adicciones consisten en un grupo de síntomas, psicológicos y fisiológicos que indican que el individuo continua ejerciendo la conducta a pesar de la aparición de problemas significativos relacionados con ella, además del incremento de la misma y la aparición de sensaciones de malestar al intentar abandonarla.
Son los adolescentes el rango de población más expuesto a recibir impactos por la publicidad, los medios de comunicación y la misma sociedad a través de diversos mensajes que generan adicción a distintas cosas: conductas adictivas al sexo, internet, videojuegos, deporte, comer compulsivamente, sobre todo aquéllas donde se puede hablar directamente de la ingesta de sustancias psicotrópicas (principalmente tabaco, drogas y alcohol).
La adicción a sustancias, independientemente de la existencia del TDAH, significa una alteración visible para el paciente, ocasionándole consecuencias legales, enfermedades médicas (cirrosis, perforación de pulmón, muerte cerebral, etcétera) repercusiones familiares y sociales, laborales, psicológicas (depresión, ansiedad, suicidio, etcétera), sexuales, espirituales, entre otras áreas.
Por ello, como padres y madres de niños y adolescentes con TDAH es lógico que nos preocupemos teniendo en cuenta las dificultades que presentan, inocencia, impulsividad, no tienen en cuenta los riesgos, etc. por ello, debemos proporcionarles un tratamiento adecuado y hablar con ellos de esta temática. Hay muchas familias que consideran que no es necesario hablar de drogas o que prohibir su uso es suficiente, pero… al igual que todos los adolescentes, la prohibición y la represión a veces despierta la curiosidad e incluso el deseo. Debemos actuar correctamente, hablar con ellos, proporcionarles la información adecuada, de lo contrario pueden acceder a otros medios (amigos, internet, etc.) para acceder a ella y esto puede ser desastroso para ellos, si dicha información es errónea.
Por otra parte, también existe la preocupación de que el hecho de tomar medicación les genere adicción y despierte adicción a drogas, pero hay que aclarar que no existen estudios que señalen los diversos medicamentos destinados al control del TDAH no incrementan ni generan riesgo alguno (adicción) como se podría pensar.
CONSEJOS PARA FAMILIAS
- Pedir ayuda a un especialista.
- Hablar con nuestros hijos con libertad, confianza y transmitirle los efectos negativos que tienen las drogas. Es vital que creemos un clima de confianza, no de represión, para que nuestros hijos perciban que pueden contar con nosotros para ayudarles y darles la información que necesitan.
- Empieza a ocuparte e involucrarte en los gustos de tu hijo, mostrarle apoyo y confianza así como respetar su privacidad e independencia puede contrarrestar los impactos derivados de las conductas adictivas (factores de riesgo).
- La práctica de ejercicio físico (entrenamientos, deportes) permite a los jóvenes y niños concentrar su energía y lograr una mayor satisfacción con sus actividades diarias.
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REFERENCIAS