La incorporación de las nuevas tecnologías está transformando hábitos, los jóvenes han modificado su forma de estudiar, ya es impensable en muchos trabajos prescindir de ellas, hasta las formas de consumo han variado, sin contar con las diferentes alternativas de comunicación y ocio que nos ofrece la red. Las posibilidades que nos brinda Internet son innegables, y casi todas buenas, pero también es un lugar donde se generan situaciones de riesgo. De ahí la importancia de reflexionar sobre el uso responsable de las nuevas tecnologías.
El acceso de nuestros niños a la tecnología es cada vez más temprano, por lo que nuestro campo de acción se reduce a la educación como medio de prevención. No podemos impedir que nuestros hijos tengan contacto con las nuevas tecnologías, pero si enseñarles desde muy pequeños qué implicaciones negativas tienen algunas acciones.
Nuestra mejor carta es concienciarlos y educarlos para que sepan navegar con seguridad por la red. Y para ello no hay más que aplicar la lógica, si en la vida real no facilitaríamos datos personales a personas desconocidas, tampoco debemos hacerlo a través de Internet, porque nunca sabes quién hay detrás y qué uso se le va a dar a nuestros datos personales.
Debemos ser muy cuidadosos a la hora de publicar comentarios, fotos o vídeos sobre todo si el contenido de estos puede dañar la reputación o los sentimientos de otras personas. Una fotografía o vídeo que muestre lo bien que lo pasamos en Noche Vieja, sacada de contexto puede dar de nosotros una imagen distorsionada que en el ámbito laboral, universitario, o personal nos perjudique. De ahí la importancia de hacer comprender a nuestros jóvenes, que lo que ahora parece un comentario, fotografía o vídeo propio de la edad, tal vez mañana sea motivo de sonrojo. La información que publicamos queda registrada en la web, durante mucho tiempo, eso sin contar con las veces que es reenviada por todo el que tenga acceso a ella.
Consejos para garantizar la privacidad de nuestros hijos en Internet:
- La importancia de NO facilitar a través de Internet datos personales, de sus familias o de sus amigos, tales como domicilio, teléfono, etc.
- Las fotografías y vídeos donde aparezcan otras personas deben contar con el consentimiento de esas personas para que sea lícito publicarlas. Nuestros jóvenes tienen poco claro ese límite, y es nuestra obligación, hacerles comprender que la privacidad de cada persona es un derecho.
- Otra práctica muy extendida es «Etiquetar» a las personas que aparecen en las fotografías, al igual que en el punto anterior, debemos explicarles que estamos identificando a otras personas en la red, sin su consentimiento.
- Tampoco podemos olvidar que los niños y adolescentes con TDAH tienen dificultades en la planificación del tiempo, por lo que pueden pasarse horas y horas frente al ordenador sin darse cuenta. Es nuestro deber ponerles límites, horarios para navegar por internet y siempre explicarles por qué es importante que exista ese límite (imponer sin explicar no les ayuda, puesto que no consiguen entender el fin de dicha norma).
- Por otra parte, debemos explicarles que hay gente que miente en las redes sociales, se pueden hacer pasar por personas de su edad y engañarles, por eso siempre deben saber con quién están hablando.
- Continuamente nos llegan a nuestro dispositivo mensajes de indican que tenemos algún problema con el almacenamiento, la velocidad, o que han detectado algún tipo de troyano en nuestro equipo. No hay ninguna empresa en la red que de forma altruista nos chequee el dispositivo y nos ofrezca una solución en el momento, por tanto «No abrir archivos sospechosos o raros». Se trata de programas que permiten el accesos a toda la información almacenada en nuestro dispositivo (fotos, datos personales, claves, datos bancarios, incluso habilitar la webcam sin nuestro conocimiento…).
- Para los más pequeños podemos limitar el acceso al perfil usando las funciones de privacidad para limitar el acceso al mismo solo a personas que conozcan.
El siguiente vídeo muestra la poca privacidad que realmente tienen las redes sociales.
Y por último y lo más importante es mantener una continua comunicación con nuestros hijos, a través de ella será más fácil educarles y enseñarles a usar el sentido común en la red, al igual que harían en la vida real.